Microcréditos e impacto social: ¿Qué tienen en común Oikocredit y Los viajes de Gulliver?
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Cómo una idea del siglo XVIII sigue creando impacto social a través de los microcréditos y las finanzas inclusivas.

Relacionar Oikocredit y Los viajes de Gulliver en el contexto de los microcréditos y su impacto social, puede parecer extraño.
Sin embargo, comparar a Oikocredit, pionera de los microcréditos de impacto social, con una de las novelas más importantes del siglo XVIII, Los viajes de Gulliver, escrita en 1726, tiene mucho sentido.
Y es que el nacimiento de las finanzas inclusivas –y especialmente de los microcréditos– se remonta a esa época.
Los viajes de Gulliver, mucho más que un libro de viajes
La novela del escritor y clérigo irlandés Jonathan Swift narra las aventuras de Lemuel Gulliver. Gulliver era un cirujano y un navegante inglés que viaja a tierras fantásticas.
Cada una de estas aventuras sirve a Swift para criticar distintos aspectos de la sociedad, la política y la naturaleza humana.
Pero la obra es mucho más que un cuento de aventuras. Porque estamos ante una crítica mordaz a la sociedad de la época, llena de ironía, sarcasmo y mensaje.
Crítica a las desigualdades sociales
Además de esta obra, Swift escribió ensayos y panfletos políticos, destacando Una modesta proposición, que fue escrita en 1729. Está considerada, como la que escribió tres años antes, una de las obras más satíricas y provocativas de la literatura universal.
A través de su ingeniosa narrativa, aborda temas como la pobreza y la desigualdad social. También la falta de empatía de la sociedad hacia los menos afortunados. ¿Os suena?
¿Quién era Jonathan Swift?
Jonathan Swift (1667-1745) fue deán de la catedral de San Patricio en Dublín entre 1713 y 1745. Fue, además, una figura influyente en la literatura y el pensamiento político de su época.
Su estilo se caracterizó por la ironía y la sátira punzante. Tuvo una mirada crítica hacia la naturaleza humana y las instituciones.
Swift fue pionero al crear en un sistema de préstamos que perduró más de un siglo. En su momento álgido proporcionó crédito a una quinta parte de la población irlandesa.
Tanto por la venta de sus libros como por su cargo de deán, Swift acumuló una considerable riqueza personal. Debido a ello, quiso destinar una parte a ayudar a los pobres.
¿Cómo nació la idea de los microcréditos?
En algún momento de la década de 1720, Swift creó un fondo con 500 libras de su propio dinero. Decidió entonces otorgar préstamos sin interés o con intereses muy bajos. ¿El monto? De entre 5 y 10 libras, para «artesanos laboriosos con pocos recursos».
Los fondos de Swift tenían dos características distintivas que los hacían estructuralmente casi idénticos a las microfinanzas modernas:
- Primero, los prestatarios debían realizar reembolsos parciales de forma semanal.
- Segundo, para obtener un préstamo de Swift, hacía falta presentar las firmas de dos personas que te conocieran y dieran fe de tu buena reputación.
La semilla de Jonathan Swift, pionero de los microcréditos
En seguida, otras personas con inquietudes filantrópicas en Irlanda se inspiraron en el ejemplo de Swift.
De modo que dos años después de su muerte, en 1747, la Dublin Musical Society estableció un fondo de préstamos muy similar. Los ingresos de sus actuaciones se prestarían «bajo el mismo sistema que el del deán Swift».
Así las cosas, el proyecto de crédito llegó a ser la actividad principal de la sociedad y, por ello, a finales de la década de 1760, otorgaba préstamos a más de 5.000 personas. La raíz de los microcréditos y el impacto social ya estaban ahí, y las semejanzas entre Oikocredit y Los viajes de Gulliver también.
¿Cómo continuó la historia de los microcréditos?
Aquí debajo puedes encontrar otros hitos importantes que se produjeron hasta el nacimiento de los microcréditos, tal y como los conocemos hoy en día.
Porque ya sabes que los microcréditos son uno de los pilares fundamentales de Oikocredit. Otros son la agricultura sostenible, las energías renovables y el enfoque comunitario.
La historia del microcrédito
- Década de 1720 – Jonathan Swift, autor de Los viajes de Gulliver, introduce pequeños préstamos a las personas con bajos recus en Irlanda, sentando las bases del microcrédito.
- Décadas de 1840-1860 – Surgen las cooperativas de crédito en Europa. Friedrich Wilhelm Raiffeisen y Hermann Schulze-Delitzsch establecen bancos cooperativos en Alemania.
- Década de 1900 – Los sistemas de pequeños préstamos se expanden en India y América Latina, apoyando a las comunidades rurales.
- Década de 1940 – Los programas de préstamos comunitarios se expanden por Bolivia, Perú y Colombia.
- Décadas de 1950-1960 – Aparecen programas de microfinanzas respaldados por el gobierno, incluyendo las Cooperativas de Crédito Rural de India.
- 1975 – Se funda Oikocredit en Amersfoort, Países Bajos, durante una reunión de Iglesias ecuménicas, introduciendo la inversión ética en iniciativas de impacto social.
- 1971 – Se lanzan programas de microcrédito en Brasil para apoyar a pequeños emprendedores.
- 1976 – Muhammad Yunus funda Grameen Bank en Bangladesh, pionero del microcrédito moderno.
- Décadas de 1980-1990 – Las ONG y las instituciones financieras adoptan globalmente el microcrédito. El Banco Mundial y la ONU apoyan los programas de microcrédito.
- 1997 – Se celebra la primera Cumbre de Microcrédito en Washington, estableciendo metas globales de inclusión financiera.
- 2006 – Muhammad Yunus y Grameen Bank reciben el Premio Nobel de la Paz por su papel en la reducción de la pobreza a través del microcrédito.
- Década de 2010-Presente – Surge el microcrédito digital, utilizando la banca móvil y las fintechs para ampliar el acceso.
1975: la llegada de Oikocredit
La idea de Oikocredit nació en 1968, durante una reunión del Consejo Mundial de Iglesias. Jóvenes políticamente comprometidos de diversos sectores pidieron la creación de un canal de inversión ética para fomentar la paz y la solidaridad global.
En ese momento, el concepto de Oikocredit era innovador y también controvertido. El contexto geopolítico era el de una agitación mundial generada por el Apartheid en Sudáfrica y la Guerra de Vietnam. Los miembros de la Iglesia buscaban garantizar que sus inversiones fomentaran la paz y contribuyeran a un mundo más justo.
Por ello, en 1975 se creó la Sociedad Cooperativa de Desarrollo Ecuménico Oikocredit (EDCS). EDCS proporcionó a las Iglesias y organizaciones relacionadas con la Iglesia su propio canal de inversión alternativo. Desde sus inicios, Oikocredit ha tenido como objetivo impulsar la justicia social ofreciendo financiación a empresas gestionadas por personas en situación de vulnerabilidad.
La misión y la visión de Oikocredit, muy similar a la idea del escritor de Los viajes de Gulliver
Oikocredit se guía por el principio de empoderar a las personas. Nuestra experiencia demuestra que el medio más efectivo y sostenible de apoyar a las comunidades es proporcionándoles oportunidades.
Nuestra visión
Imaginamos una sociedad global y justa donde los recursos se compartan de manera sostenible y las personas tienen acceso a oportunidades para disfrutar una vida digna.
Nuestra misión
Oikocredit cree en el poder transformador del dinero. Por ello, proporcionamos servicios financieros y apoyamos a organizaciones para mejorar la calidad de vida de personas con bajos ingresos y sus comunidades de manera sostenible.
La estrategia de Oikocredit
La estrategia de Oikocredit para 2022-2026 se centra en fortalecer las comunidades locales para alcanzar un impacto social significativo y fomentar la resiliencia de las personas.
Se articula en torno a tres pilares fundamentales: proporcionar apoyo integral a las comunidades, promover un movimiento global y fortalecer las conexiones entre socios, miembros e inversores. Estos pilares nos permiten impulsar cambios positivos y explorar nuevas formas de fortalecer comunidades a nivel global.
El impacto de Oikocredit
Oikocredit cumple en 2025 cincuenta años de historia. En 2024 llegamos a 53 millones de personas de más de treinta países. Manejamos una cartera de capital para inversión en desarrollo de más de mil millones de euros.
Para ello, trabajamos con alrededor de 500 organizaciones socias, con las que trabajamos localmente para tener un mayor impacto social sobre el terreno.
De esos 53 millones de personas, el 87% son mujeres y un 65% viven en zonas rurales de África, Asia, y América Central y del Sur.
Oikocredit no solo trabaja en ofrecer inclusión financiera a través de capacitación y créditos financieros. También trabajamos en agricultura sostenible, energías renovables y aspectos comunitarios como la sanidad, la educación, y la habitabilidad. Puedes conocer más sobre nuestro impacto, leyendo nuestro Informe de impacto 2024.
Impacto social y dividendos: invertir en Oikocredit
Oikocredit ofrece un modelo de inversión a través de participaciones. Puedes empezar a invertir a partir de 200 euros, que es el precio de cada participación. Invertir en Oikocredit no tiene gastos de apertura, cancelación o mantenimiento, pero como toda inversión, implica ciertos riesgos que puedes leer aquí.
Con el dinero de las personas y las instituciones que invierten en Oikocredit, invertimos capital u otorgamos préstamos a las más de quinientas organizaciones socias que tenemos en África, Asia y América Central y del Sur.
Ellas son las que trabajan directamente con las más de cincuenta millones de personas que se benefician de la labor de Oikocredit.
Finalmente, esos clientes finales devuelven el dinero prestado a las organizaciones socias, quienes a su vez se lo devuelven a Oikocredit.
Y gracias a ello, podemos ofrecer dividendos anuales a nuestros inversores de entre el 0 y el 2%, dependiendo de las circunstancias. Aquí tienes algunas de las preguntas más frecuentes a la hora de invertir en Oikocredit.
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En definitiva, recuerda que al invertir en Oikocredit, ayudas a crear oportunidades para personas con bajos ingresos en más de treinta países. En pocas palabras, eso es invertir en las personas y generar un impacto social real. ¡Porque el dinero tiene el poder de transformar el mundo!