Por una economía feminista y transformadora

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En Oikocredit trabajamos para transformar la economía en una herramienta al servicio de la justicia social. Esto implica garantizar que todas las personas tengan acceso a los recursos y oportunidades necesarios para desarrollarse con autonomía, independientemente de su género. Este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, reivindicamos nuestro compromiso con el empoderamiento económico de las mujeres y con la construcción de un sistema financiero más equitativo y sostenible.

Hoy en día, las mujeres siguen enfrentándose a más dificultades para acceder al crédito, formar parte de la toma de decisiones económicas y conseguir condiciones laborales justas. Esto no solo limita su autonomía, sino que también frena el progreso colectivo. Una economía que excluye a las mujeres es una economía que se desperdicia a sí misma. Cuando garantizamos una participación verdaderamente equitativa, estamos construyendo sociedades más estables, resilientes y prósperas.

En Oikocredit llevamos casi 50 años trabajando para hacer de las finanzas una herramienta de inclusión. A través de nuestras inversiones de impacto, facilitamos el acceso a servicios financieros a millones de personas, con un enfoque especial en las mujeres, que representan el 87% de las beneficiarias de nuestras entidades socias en microfinanzas. Pero no nos quedamos solo en el acceso al crédito: también impulsamos iniciativas que fomentan la formación financiera, el liderazgo femenino y la creación de entornos laborales más justos.

Además, colaboramos con nuestras entidades socias para que incorporen la perspectiva de género en su gestión y estructura, promoviendo la igualdad salarial, el acceso a cargos de responsabilidad y el desarrollo de productos financieros diseñados para responder a las necesidades específicas de las mujeres. Un ejemplo de esta apuesta es el primer Bono Social de Diversidad e Inclusión en Ecuador, que incentiva la financiación de empresas lideradas por mujeres y otros colectivos tradicionalmente excluidos. También participamos en programas como el Women’s Innovation for Sustainable Enterprises (WISE) en Ghana, que trabaja para mejorar el acceso de las mujeres a la financiación y los recursos para hacer crecer sus negocios.

Este 8 de marzo, reafirmamos nuestra voluntad de seguir transformando la economía para que sea realmente inclusiva y equitativa. Porque no hay justicia social sin justicia de género, y no hay finanzas éticas sin garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades para prosperar.