Cómo las empresas familiares en África Oriental se preparan para el futuro

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El departamento de Fortalecimiento de Capacidades de Oikocredit pone en marcha una iniciativa de asistencia técnica centrada en mejorar las estructuras de gestión y la planificación del relevo generacional en pequeñas y medianas empresas (pymes) familiares de África Oriental.

Las empresas familiares son un pilar clave de la economía en África Oriental. Representan entre el 60% y el 90% del tejido empresarial privado y contribuyen con un estimado del 30% al 50% del PIB. Sin embargo, menos del 20% de estas empresas sobreviven a la segunda generación, a menudo por la falta de una planificación adecuada del relevo generacional. Para quienes invierten con impacto, esto representa un riesgo considerable. 

Para hacer frente a este reto, el departamento de Fortalecimiento de Capacidades de Oikocredit ha puesto en marcha una iniciativa de asistencia técnica centrada en mejorar la planificación sucesoria y las estructuras de gestión en pequeñas y medianas empresas (pymes) familiares de África Oriental.

Una alianza estratégica para el cambio

En marzo de 2024, el Family Business Executive Programme, organizado por la Escuela de Negocios de la Universidad de Strathmore, reunió a 17 pymes familiares en Kenia, en su mayoría del sector agrícola. El programa recibió apoyo financiero de la Fundación Internacional de Oikocredit, del Smallholder Sustainability Upscaling Programme (SSNUP) y del African Guarantee Fund (AGF). 

Uno de los aliados clave del programa fue el Kenya Women Microfinance Bank (KWFT). Como organización socia de Oikocredit desde hace años, KWFT fue invitada a participar en la iniciativa y propuso a varias de sus clientas y clientes para formar parte del programa.

Retos para las empresas familiares

Las pymes familiares en Kenia suelen enfrentarse a desafíos como la toma de decisiones informal, la dependencia de la persona fundadora o la ausencia de una estrategia de relevo. El Family Business Executive Programme se diseñó para ofrecer apoyo en la elaboración de planes sucesorios, la creación de estructuras formales de gestión y el desarrollo de constituciones familiares que garanticen la continuidad a largo plazo. 

“Las empresas familiares necesitan herramientas prácticas, pero también un cambio de mentalidad para pasar del día a día a una visión sostenible”, señala Carlijn Speelman, especialista global en Fortalecimiento de Capacidades de Oikocredit. “Este programa ayudó a las personas participantes a planificar el futuro de sus negocios pensando en la siguiente generación”.

De la formación a la transformación

Las personas participantes eran pymes familiares que colaboran con Oikocredit y clientes y clientas de KWFT. El programa combinó un curso ejecutivo de cinco días en la Escuela de Negocios de Strathmore en Nairobi con seis sesiones de mentoría en sus propias instalaciones. 

Esta combinación de formación en aula, asesoramiento sobre el terreno y mentoría continuada permitió a las familias comprender mejor las dinámicas personales y de gestión, formalizar procesos internos, mejorar el cumplimiento legal y adoptar herramientas estratégicas para la gestión empresarial.

  • 17 pymes familiares (más del 75% lideradas por mujeres) participaron en el programa. 
  • 43 familiares (incluidas 21 mujeres) asistieron al curso ejecutivo de cinco días en Nairobi. 
  • Se llevaron a cabo 90 sesiones de mentoría, con 15 empresas completando las seis sesiones previstas. 
  • 9 empresas formalizaron su constitución familiar, y otras iniciaron el proceso con apoyo activo. 
Las empresas familiares necesitan tanto herramientas prácticas como un cambio de mentalidad para pasar de la gestión del día a día a una sostenibilidad a largo plazo

Conversaciones que importan

Uno de los mayores logros del programa fue crear un espacio para conversaciones familiares abiertas y sinceras. Las personas facilitadoras guiaron el debate en torno a temas complejos, y a menudo tabú, como el relevo en el liderazgo o la propiedad futura del negocio. 

El liderazgo inclusivo fue otro tema central. El programa fomentó que más mujeres y personas jóvenes de las familias asumieran roles de responsabilidad, lo que impulsó la planificación generacional y ayudó a reducir conflictos. La participación activa de la próxima generación y de las mujeres resultó clave para ampliar la implicación familiar en la toma de decisiones y sentar las bases de una continuidad real. 

“La planificación del relevo no solo aporta tranquilidad a la familia, también a las entidades financieras”, explicó Raymond Mutura, director académico del programa en Strathmore. “Les da confianza de que el negocio podrá continuar sin sobresaltos si cambia el liderazgo”. 

Construyendo cimientos sólidos

Los resultados ya empiezan a notarse. Las pymes participantes están reforzando sus estructuras de gestión, identificando a futuras personas líderes y abordando las dinámicas interpersonales que tantas veces dificultan los procesos de sucesión. El porcentaje de empresas con una constitución familiar formal aumentó del 18% al 63%. 

El progreso no fue igual para todos. Algunas familias se enfrentaron a resistencias internas, conflictos o dificultades logísticas. Otras tuvieron problemas para pasar de la concienciación a la acción. Sin embargo, el enfoque culturalmente sensible del programa y la mentoría personalizada ayudaron a muchas a superar esos obstáculos. 

Aunque la planificación sucesoria y las estructuras de gestión eran el núcleo del programa, surgieron también beneficios adicionales: mejores prácticas financieras, procesos más eficientes y cadenas de suministro más sólidas. Las empresas lideradas por mujeres mostraron una mayor confianza y participación en la toma de decisiones. 

Además, se generó un efecto multiplicador: muchas personas participantes empezaron a compartir lo aprendido con otras familias empresarias, fomentando así una cultura de mentoría entre pares y aprendizaje continuo. 

También se observó una transformación en la capacidad de planificación estratégica. El porcentaje de empresas que utilizan procesos formales de planificación creció del 47% al 63%, y casi la mitad revisa su plan de negocio cada seis meses con herramientas como el business model canvas. Esto marca un cambio real: pasar de una gestión reactiva a una visión de crecimiento a largo plazo. 

En conjunto, estos efectos en cadena no solo reflejan avances a nivel empresarial, sino también un cambio cultural hacia una mayor resiliencia, colaboración y un ecosistema empresarial más fuerte y conectado.

Prepararse para el mañana

El programa pone de relieve la importancia del acompañamiento a largo plazo. Aunque muchas empresas avanzaron con fuerza, mantener ese progreso requerirá seguimiento y mentoría continuada. 

“No se trata solo de mejorar cómo operan estas empresas hoy”, subraya Speelman. “Queremos asegurarnos de que cuentan con estructuras y planes de sucesión que les permitan seguir sirviendo a sus comunidades durante generaciones”. 

Ahora que el programa concluye, las empresas participantes se perfilan como referentes para otras pymes familiares de la región. El paso de una gestión informal y dependiente de la persona fundadora a una estructura profesionalizada y lista para el relevo representa un avance clave para el futuro económico de África Oriental. 

En palabras de una participante: “Este programa no solo nos enseñó a gestionar una empresa… nos ayudó a entender cómo transmitirla”.

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No te pierdas el último episodio de nuestro pódcast, en el que profundizamos en cómo el fortalecimiento de capacidades forma parte esencial del trabajo de Oikocredit sobre el terreno, y por qué adaptar el apoyo a cada contexto marca la diferencia.

👉 Enlace al pódcast (en inglés): The Hidden Power of Capacity Building – Oikocredit